(Juan 4: 23-24)
¿Qué significa adorar al Padre en espíritu y en verdad? Muchos dicen que adorar a Dios en espíritu significa adorar guiados por el Espíritu Santo y adorarlo en verdad significa adorar a Dios como Él guía en Su Palabra. Pero eso no es lo que Jesús le dijo a la mujer samaritana. Entonces, si "en espíritu y en verdad" no significa " adorar guiados por el Espíritu Santo y en armonía con la Palabra de Dios", entonces, ¿qué significa?
Antes de seguir es importante recordar el contexto de la adoración en el Antiguo Testamento:
En el libro de Éxodo, capítulos 36 al 40, encontramos lo referente a la construcción del tabernáculo. Debemos recordar que el tabernáculo de Moisés se constituyó en el centro de la vida religiosa del pueblo de Israel y durante la travesía por el desierto era el lugar en donde se rendía adoración a Dios.
Después de la conquista de Canaán el tabernáculo, junto con el sistema de sacrificios fueron establecidos en Silo. Durante la decadencia espiritual del sacerdocio de Elí y sus hijos, los filisteos capturaron el arca. El arca fue devuelta a Israel después de que Dios asoló a los filisteos con una plaga por mirar dentro de ella. El arca fue recibida en Bet-semes y posteriormente en Quiriat-jearim, donde permaneció durante 20 años en la casa de Aminadab porque el rey Saul nunca se interesó por ella.
Después de esto David trajo el arca a Sion donde le construyó un nuevo tabernáculo. Para esta época habían dos tabernáculos en Israel, el tabernáculo de Moisés, ahora en Gabaón, donde se seguían realizando los sacrificios y holocaustos, pero el lugar santísimo no contenía el arca, ya que esta estaba en el tabernáculo de David en Sión.
Más adelante el rey Salomón construye un majestuoso templo en Jerusalén y el sistema de adoración instituido a través de Moisés es trasladado allí. Este templo fue destruido por el rey babilónico Nabucodonosor aprox. en el año 587 A.C. El templo que había en la época de Jesús fue el que reconstruyó mucho después el rey Herodes, en el cual se seguía adorando con el ritual establecido por la Ley Mosaica.
Ahora, Para la época de Jesús los israelitas se habían dividido en tres subculturas: Galileos: Por haberse fusionado la población con extranjeros, no judíos de religión, los galileos no eran bien vistos por los judíos fervientes, que llamaban a la región "Galilea de los gentiles”. Samaritanos: Los samaritanos eran seguidores de la Ley, admitían sólo el Pentateuco, rechazaban el resto de los libros del Antiguo Testamento y no reconocían a Jerusalén como centro religioso. Ellos tenían su templo en el monte Gerizín, en Síquén. Entre ellos y los judíos existía un odio mutuo. Judios: La ciudad principal de Judea era Jerusalén. Su importancia era, en primer lugar, religiosa: allí estaba el único templo judío del mundo, al que todos debían peregrinar por lo menos una vez al año.
I. LA ADORACIÓN A DIOS EN ESPÍRITU
A. SIGNIFICA OFRECER ADORACIÓN "ESPIRITUAL"
En el pozo de Jacob, Jesús y la mujer samaritana discutieron el asunto de la adoración. Los samaritanos y los judíos diferían sobre donde debería adorarse (Juan 4:20). Los samaritanos creían que debían adorar en Gerizim. Los judíos entendían que debía ser en Jerusalén. Sin embargo, podemos ver el contraste hecho por Jesús: Los judíos habían adorado correctamente al ir a Jerusalén, pero iba a venir el tiempo cuando el lugar donde adorar no sería algo importante.
Jesús dijo que llegaría el tiempo para un tipo diferente de adoración donde esta no sería definida por un lugar determinado. En Juan 4:21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre”. Y en 4:24 le dijo: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y verdad es necesario que le adoren”. Para entender lo que Jesús le estaba revelando a esta mujer observemos los siguientes textos:
(Juan 4:24). Dios es Espíritu.
(Gén. 1:26). Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
(Sant. 2:26). Es decir, somos seres espirituales porque somos un espíritu, no es que tenemos un espíritu, somos un espíritu.
(1 Tes. 5:23). Somos un espíritu que interactúa con otras personas por medio del alma y a través el cuerpo.
(Gál. 5:16). Tenemos que aprender a andar en el Espíritu, a movernos en el mundo del espíritu, por medio del Espíritu Santo.
Debemos recordar que el sistema de adoración de los judíos se caracterizaba por una serie de rituales físicos, tales como el ofrecimiento de ofrendas, los holocaustos, etc. En contraste con lo que es principalmente físico, la adoración que estaba por venir, de que hablaba Jesús, estaba más de acuerdo con la naturaleza de Dios. Esta explicación es acorde a Juan 4:24: “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Jesús está diciendo: La adoración que ofrecemos a Dios debe ser "en espíritu", es decir, espiritual. Debe fluir desde nuestro espíritu, desde nuestro interior.
Cuando Jesús le dijo a la mujer que llegaría el momento en que no adorarían al Padre ni en Gerizin, ni en Jerusalén, es decir, que no sería fundamental un lugar físico para adorar, estaba haciendo referencia a que el lugar para adorar a Dios sería establecido en nuestro espíritu. Hoy somos el templo de Dios, no un lugar para venir a adorar a Dios, sino un lugar desde donde fluye la adoración a Dios.
En el plano de lo físico, esto quiere decir que ahora podemos adorar en cualquier lugar, a diferencia de cómo lo hacían en el Antiguo Testamento. A partir de esta revelación podemos ver verdaderos adoradores adorando ya no en el templo físico o material, sino desde su templo, en cualquier lugar físico: María, la hermana de Lázaro, adoró a Jesús en su casa en Betania, la multitud en la entrada triunfal de Jerusalén, la mujer pecadora que adoró a Jesús en la casa de Simón, los 120 en el aposento alto, Pablo y Silas en una cárcel de Filipos, etc.
B. LA ADORACION EN ESPÍRITU ES OPUESTA A LAS ORDENANZAS DE LA LEY
1. La adoración del AT consistía de ordenanzas carnales, corporales, que tenían que ver más con lo físico que con lo espiritual. ver Heb 9:1-10
Una estructura física (el tabernáculo). Un sacerdocio especial, vestidura para los sacerdotes, candelabros, incensario, días festivos, Sacrificios de animales y ofrendas, todo lo cual apelaba a los sentidos carnales o físicos del hombre, no tenían ninguna relación con su espíritu.
2. La adoración del NT está dirigida más hacia el lado espiritual del hombre:
a. El templo de Dios es ahora espiritual adoptado por cristianos (1 Cor 3:16; Ef 2:19-22)
b. Todos los cristianos son sacerdotes, que ofrecen sacrificios espirituales (1 Ped 2:5,9)
c. Nuestras oraciones son como dulce incienso (Apoc. 5:8)
d. Nuestra música es hacer melodía con el corazón, no con instrumentos musicales (Ef 5:19)
e. Sacrificios espirituales de adoración y servicio (Heb 13:15; Rom 12:1)
El énfasis está en el espíritu del hombre, ¡no en sus sentidos físicos. Las ordenanzas físicas del Antiguo Pacto fueron hasta "el tiempo de reformar las cosas" (Heb 9:9-10), lo que ocurrió con la venida del Nuevo Pacto. Como proclamó Jesús, la nueva adoración está más de acuerdo con la naturaleza de Dios ("Dios es Espíritu"), diseñado para relacionar más a la parte espiritual del hombre con Dios.
C. LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU NO PROCEDE DEL ALMA: VOLUNTAD, MENTE O EMOCIONES, ÉSTA ES SOLO EL VEHÍCULO PARA EXPRESARLA. Si nuestra adoración no fluye desde nuestro interior, desde nuestro espíritu, terminaremos cometiendo el error de muchos: confundiendo las expresiones de adoración con la verdadera adoración.
II. LA ADORACIÓN A DIOS EN VERDAD
Jesús le dijo a la mujer samarita que llegaría el momento en que se ofrecería a Dios una adoración que estaba más de acuerdo con la verdad, con la realidad.
Para entender esto, debemos tener en cuenta que muchos elementos de adoración en el Antiguo Testamento eran simplemente una sombra o figura de lo que vendría:
a. El tabernáculo era un símbolo (Heb 9:8-9)
b. La Ley era solo una sombra de lo que vendría (Heb 10:1)
c. La adoración del Antiguo Pacto, era una sombra o símbolos de la verdadera adoración. Los sacrificios de animales eran símbolo del sacrificio de todo nuestro ser que debemos presentar diariamente en adoración a Dios (Rom. 12:1); el sacerdocio levítico era símbolo del mejor sacerdocio que hoy tenemos (1 Pedro 2:5); la fuente de bronce era símbolo de la limpieza que hoy hace la Palabra en nuestra vida (Efe. 5:25-26); el candelero era símbolo de la revelación que nos da el Espíritu Santo, especialmente cuando le adoramos (1 Cor. 12:7-8); el altar del incienso ara símbolo de las oraciones que elevamos a Dios (Apoc. 5:8); el lugar santísimo, en el que entraba solo el sumo sacerdote una vez al año, era símbolo de la presencia de Dios a la que hoy podemos entrar con plena libertad (Heb. 4:16); la sangre depositada en el propiciatorio para hacer expiación por los pecados del pueblo era símbolo de la sangre de Cristo que nos da libre acceso a la presencia de Dios (Heb. 9:11-12).
d. La adoración del Nuevo Pacto está de acuerdo a la verdadera realidad. El énfasis ya no está en lo que eran símbolos o una sombra de las cosas por venir (La Ley), sino en lo que es verdad o real. El rey David recibió la revelación de la adoración en verdad y la estableció en el tabernáculo de Sión. En el Salmo 132:13 dice que este fue el tipo de adoración que el escogió, en lugar de la adoración mosaica (Salmo 78:60). La adoración en verdad es la forma como Dios quiere que se le adore, con música, con cantos, gritos, con danza, vidas rendidas a Él, etc.
CONCLUSIÓN: Esta explicación de la adoración a Dios "en espíritu y en verdad" está más de acuerdo con el contexto inmediato. Dios es un ser espiritual y requiere un servicio espiritual proporcionado a su ser, y entonces aquellos que le rinden un homenaje, deben hacerlo desde su espíritu, y de acuerdo a los mandamientos que Él ha ordenado, en verdad.