lunes, 30 de agosto de 2010

LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU Y EN VERDAD


(Juan 4: 23-24)

¿Qué significa adorar al Padre en espíritu y en verdad? Muchos dicen que adorar a Dios en espíritu significa adorar guiados por el Espíritu Santo y adorarlo en verdad significa adorar a Dios como Él guía en Su Palabra. Pero eso no es lo que Jesús le dijo a la mujer samaritana. Entonces, si "en espíritu y en verdad" no significa " adorar guiados por el Espíritu Santo y en armonía con la Palabra de Dios", entonces, ¿qué significa?


Antes de seguir es importante recordar el contexto de la adoración en el Antiguo Testamento:

En el libro de Éxodo, capítulos 36 al 40, encontramos lo referente a la construcción del tabernáculo. Debemos recordar que el tabernáculo de Moisés se constituyó en el centro de la vida religiosa del pueblo de Israel y durante la travesía por el desierto era el lugar en donde se rendía adoración a Dios.

Después de la conquista de Canaán el tabernáculo, junto con el sistema de sacrificios fueron establecidos en Silo. Durante la decadencia espiritual del sacerdocio de Elí y sus hijos, los filisteos capturaron el arca. El arca fue devuelta a Israel después de que Dios asoló a los filisteos con una plaga por mirar dentro de ella. El arca fue recibida en Bet-semes y posteriormente en Quiriat-jearim, donde permaneció durante 20 años en la casa de Aminadab porque el rey Saul nunca se interesó por ella.

Después de esto David trajo el arca a Sion donde le construyó un nuevo tabernáculo. Para esta época habían dos tabernáculos en Israel, el tabernáculo de Moisés, ahora en Gabaón, donde se seguían realizando los sacrificios y holocaustos, pero el lugar santísimo no contenía el arca, ya que esta estaba en el tabernáculo de David en Sión.

Más adelante el rey Salomón construye un majestuoso templo en Jerusalén y el sistema de adoración instituido a través de Moisés es trasladado allí. Este templo fue destruido por el rey babilónico Nabucodonosor aprox. en el año 587 A.C. El templo que había en la época de Jesús fue el que reconstruyó mucho después el rey Herodes, en el cual se seguía adorando con el ritual establecido por la Ley Mosaica.

Ahora, Para la época de Jesús los israelitas se habían dividido en tres subculturas: Galileos: Por haberse fusionado la población con extranjeros, no judíos de religión, los galileos no eran bien vistos por los judíos fervientes, que llamaban a la región "Galilea de los gentiles”. Samaritanos: Los samaritanos eran seguidores de la Ley, admitían sólo el Pentateuco, rechazaban el resto de los libros del Antiguo Testamento y no reconocían a Jerusalén como centro religioso. Ellos tenían su templo en el monte Gerizín, en Síquén. Entre ellos y los judíos existía un odio mutuo. Judios: La ciudad principal de Judea era Jerusalén. Su importancia era, en primer lugar, religiosa: allí estaba el único templo judío del mundo, al que todos debían peregrinar por lo menos una vez al año.


I. LA ADORACIÓN A DIOS EN ESPÍRITU

A. SIGNIFICA OFRECER ADORACIÓN "ESPIRITUAL"

En el pozo de Jacob, Jesús y la mujer samaritana discutieron el asunto de la adoración. Los samaritanos y los judíos diferían sobre donde debería adorarse (Juan 4:20). Los samaritanos creían que debían adorar en Gerizim. Los judíos entendían que debía ser en Jerusalén. Sin embargo, podemos ver el contraste hecho por Jesús: Los judíos habían adorado correctamente al ir a Jerusalén, pero iba a venir el tiempo cuando el lugar donde adorar no sería algo importante.

Jesús dijo que llegaría el tiempo para un tipo diferente de adoración donde esta no sería definida por un lugar determinado. En Juan 4:21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre”. Y en 4:24 le dijo: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y verdad es necesario que le adoren”. Para entender lo que Jesús le estaba revelando a esta mujer observemos los siguientes textos:

 (Juan 4:24). Dios es Espíritu.

 (Gén. 1:26). Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. 

 (Sant. 2:26). Es decir, somos seres espirituales porque somos un espíritu, no es que tenemos un espíritu, somos un espíritu.

 (1 Tes. 5:23). Somos un espíritu que interactúa con otras personas por medio del alma y a través el cuerpo.

 (Gál. 5:16). Tenemos que aprender a andar en el Espíritu, a movernos en el mundo del espíritu, por medio del Espíritu Santo.

Debemos recordar que el sistema de adoración de los judíos se caracterizaba por una serie de rituales físicos, tales como el ofrecimiento de ofrendas, los holocaustos, etc. En contraste con lo que es principalmente físico, la adoración que estaba por venir, de que hablaba Jesús, estaba más de acuerdo con la naturaleza de Dios. Esta explicación es acorde a Juan 4:24: “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Jesús está diciendo: La adoración que ofrecemos a Dios debe ser "en espíritu", es decir, espiritual. Debe fluir desde nuestro espíritu, desde nuestro interior.
Cuando Jesús le dijo a la mujer que llegaría el momento en que no adorarían al Padre ni en Gerizin, ni en Jerusalén, es decir, que no sería fundamental un lugar físico para adorar, estaba haciendo referencia a que el lugar para adorar a Dios sería establecido en nuestro espíritu. Hoy somos el templo de Dios, no un lugar para venir a adorar a Dios, sino un lugar desde donde fluye la adoración a Dios.

En el plano de lo físico, esto quiere decir que ahora podemos adorar en cualquier lugar, a diferencia de cómo lo hacían en el Antiguo Testamento. A partir de esta revelación podemos ver verdaderos adoradores adorando ya no en el templo físico o material, sino desde su templo, en cualquier lugar físico: María, la hermana de Lázaro, adoró a Jesús en su casa en Betania, la multitud en la entrada triunfal de Jerusalén, la mujer pecadora que adoró a Jesús en la casa de Simón, los 120 en el aposento alto, Pablo y Silas en una cárcel de Filipos, etc.



B. LA ADORACION EN ESPÍRITU ES OPUESTA A LAS ORDENANZAS DE LA LEY

1. La adoración del AT consistía de ordenanzas carnales, corporales, que tenían que ver más con lo físico que con lo espiritual. ver Heb 9:1-10

Una estructura física (el tabernáculo). Un sacerdocio especial, vestidura para los sacerdotes, candelabros, incensario, días festivos, Sacrificios de animales y ofrendas, todo lo cual apelaba a los sentidos carnales o físicos del hombre, no tenían ninguna relación con su espíritu.


2. La adoración del NT está dirigida más hacia el lado espiritual del hombre:

a. El templo de Dios es ahora espiritual adoptado por cristianos (1 Cor 3:16; Ef 2:19-22)

b. Todos los cristianos son sacerdotes, que ofrecen sacrificios espirituales (1 Ped 2:5,9)

c. Nuestras oraciones son como dulce incienso (Apoc. 5:8)

d. Nuestra música es hacer melodía con el corazón, no con instrumentos musicales (Ef 5:19)

e. Sacrificios espirituales de adoración y servicio (Heb 13:15; Rom 12:1)

El énfasis está en el espíritu del hombre, ¡no en sus sentidos físicos. Las ordenanzas físicas del Antiguo Pacto fueron hasta "el tiempo de reformar las cosas" (Heb 9:9-10), lo que ocurrió con la venida del Nuevo Pacto. Como proclamó Jesús, la nueva adoración está más de acuerdo con la naturaleza de Dios ("Dios es Espíritu"), diseñado para relacionar más a la parte espiritual del hombre con Dios.

C. LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU NO PROCEDE DEL ALMA: VOLUNTAD, MENTE O EMOCIONES, ÉSTA ES SOLO EL VEHÍCULO PARA EXPRESARLA. Si nuestra adoración no fluye desde nuestro interior, desde nuestro espíritu, terminaremos cometiendo el error de muchos: confundiendo las expresiones de adoración con la verdadera adoración.


II. LA ADORACIÓN A DIOS EN VERDAD

Jesús le dijo a la mujer samarita que llegaría el momento en que se ofrecería a Dios una adoración que estaba más de acuerdo con la verdad, con la realidad.

Para entender esto, debemos tener en cuenta que muchos elementos de adoración en el Antiguo Testamento eran simplemente una sombra o figura de lo que vendría:

a. El tabernáculo era un símbolo (Heb 9:8-9)

b. La Ley era solo una sombra de lo que vendría (Heb 10:1)

c. La adoración del Antiguo Pacto, era una sombra o símbolos de la verdadera adoración. Los sacrificios de animales eran símbolo del sacrificio de todo nuestro ser que debemos presentar diariamente en adoración a Dios (Rom. 12:1); el sacerdocio levítico era símbolo del mejor sacerdocio que hoy tenemos (1 Pedro 2:5); la fuente de bronce era símbolo de la limpieza que hoy hace la Palabra en nuestra vida (Efe. 5:25-26); el candelero era símbolo de la revelación que nos da el Espíritu Santo, especialmente cuando le adoramos (1 Cor. 12:7-8); el altar del incienso ara símbolo de las oraciones que elevamos a Dios (Apoc. 5:8); el lugar santísimo, en el que entraba solo el sumo sacerdote una vez al año, era símbolo de la presencia de Dios a la que hoy podemos entrar con plena libertad (Heb. 4:16); la sangre depositada en el propiciatorio para hacer expiación por los pecados del pueblo era símbolo de la sangre de Cristo que nos da libre acceso a la presencia de Dios (Heb. 9:11-12).

d. La adoración del Nuevo Pacto está de acuerdo a la verdadera realidad. El énfasis ya no está en lo que eran símbolos o una sombra de las cosas por venir (La Ley), sino en lo que es verdad o real. El rey David recibió la revelación de la adoración en verdad y la estableció en el tabernáculo de Sión. En el Salmo 132:13 dice que este fue el tipo de adoración que el escogió, en lugar de la adoración mosaica (Salmo 78:60). La adoración en verdad es la forma como Dios quiere que se le adore, con música, con cantos, gritos, con danza, vidas rendidas a Él, etc.


CONCLUSIÓN: Esta explicación de la adoración a Dios "en espíritu y en verdad" está más de acuerdo con el contexto inmediato. Dios es un ser espiritual y requiere un servicio espiritual proporcionado a su ser, y entonces aquellos que le rinden un homenaje, deben hacerlo desde su espíritu, y de acuerdo a los mandamientos que Él ha ordenado, en verdad.

sábado, 21 de agosto de 2010

EL TABERNÁCULO DE DAVID: FUNDAMENTO DE LA ADORACIÓN NEOTESTAMENTARIA

Siempre ha sido el propósito de Dios tener intimidad y comunión con los seres humanos. Desde el principio de la creación de la humanidad, la intimidad fue una realidad. Fue una comunión directa, completa, sin barre¬ras, sin intermediarios y sin necesidad de sacerdotes ni sacrificios.

Si leemos los primeros capítulos del libro de Génesis, podemos ver que cuando Dios creó a Adán y Eva, les proveyó todas las cosas: un lugar para vivir, les proveyó una alimentación variada, los formó como una familia, les dio un trabajo que realmente no era una carga y todo lo que ellos necesitaban lo tenían disponible. Lo mejor de todo era que tenían una excelente comunión y relación con Dios.

A pesar de todo esto, los seres que Dios había creado no supieron valorar esta maravillosa posición que Él les había dado y pecaron e hicieron lo que Dios les había dicho que no debían hacer. Como consecuencia de ello, el hombre perdió la oportunidad de presentarse delante de su presencia sin intermediarios. Se perdió, tam¬bién, la vida espiritual que era plena y abundante.



1. El Tabernáculo de Moisés



Mucho después, cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, Dios le da instrucciones a Moisés para construir una especie de santuario o templo al que se le da el nombre del “Taberná¬culo de Moisés”. Por causa del peregrinar del pueblo de Israel en el desierto, era necesario que este tabernáculo fuera portátil, razón por la que se le conoció como la “tienda o tabernáculo”. El objetivo de su construcción fue para que Dios morara allí con su pueblo.

A la luz del capítulo 40 de Éxodo, el tabernáculo de Moisés estaba conformado por el atrio, donde estaba el altar de los sacrificios y la fuente de bronce; el Lugar Santo, donde estaban el candelabro, la mesa de los panes de la proposición y el altar del incienso y el lugar Santísimo, donde estaba el arca del pacto y el propiciatorio. En el atrio solo podían ministrar los levitas, en el lugar santo entraban los sacerdotes diariamente y al lugar santísimo solo entraba el sumo sacerdote una vez al año. Todo el ritual que se realizaba en el tabernáculo de Moisés era sombra o un tipo de Jesucristo, pero también era símbolo de lo que sería la adoración neotestamentaria.


2. El Tabernáculo de David



Sin embargo, entre el período de tiempo, que duró el tabernáculo de Moisés y el tiempo en que fue construido el Templo de Salomón, existió otro tabernáculo, uno muy especial para Dios, y fue bajo el reinado del rey David, el dulce cantor de Israel. Bajo el reinado de David coexistían estos dos tabernáculos, solo que el tabernáculo de Moisés tenía todos sus elementos originales, menos el arca del pacto, que era el único objeto que contenía el tabernáculo de David.

David hizo muchas cosas nuevas al instituir el tabernáculo para el arca:

1. Una nueva ubicación. El tabernáculo de Moisés estaba en Gabaón (1Crón. 16:39). David edificó su tabernáculo en Sión, junto a Jerusalén (1 Crón. 15:1; 2 Crón. 5:2).

2. Un nuevo sacerdocio. Dios instituyó un sacerdocio para que ministrara en el tabernáculo de Moisés. David ordenó un nuevo sacerdocio no prescrito en la Ley Levítica. (1 crón. 16: 4-6).

3. Nuevo denuedo en la presencia de Dios. Los sacerdotes de Sión ministraban ante el arca, lo cual era prohibido en la Ley de Moisés.

4. Un nuevo sacrificio. El sacerdocio de Sión venía a la presencia de Dios no con animales sino con cánticos, palmas, danzas, etc. (1 Crón. 16:4).

Podemos apreciar que el rey David instituyó un orden de adoración completamente nuevo, al colocar el arca del pacto en el tabernáculo del monte de Sión y al ordenar un nuevo sacerdocio de cantores y músicos para adorar y alabar al Señor. De 38,000 levitas, 4,000 fueron designados por David para alabar al Señor por turnos durante las 24 horas del día (1 Crónicas 23:4-6).


3. Diferencias entre los dos tabernáculos

Mientras que en el tabernáculo de Moisés en Gabaón se siguió realizando la adoración basada en los sacrificios y ceremonias tradicionales y ritualistas tales como sacrificar animales, encender el candelero, quemar incienso, poner el pan, etc., la adoración en el tabernáculo de David se caracterizaba por el canto, la música, el regocijo, la danza, aplausos de gozo, aclamaciones y el fluir de los cánticos proféticos.

Los sacerdotes del tabernáculo de Moisés no podían pasar detrás del velo, dentro del lugar santísimo, donde estaba el arca del pacto. En el tabernáculo de David, cantores y músicos adoraban y alababan a Dios continuamente ante el arca del pacto, lo que constituía una libertad inaudita, prohibida en el tabernáculo de Moisés.


4. La adoración en el tabernáculo de David fue:

4.1 Contínua: Cuando David estableció el tabernáculo en Jerusalén, aquellos asignados a adorar lo hicieron continuamente (1 Crónicas 16:37, 39-40). Lo cual nos enseña que nuestra adoración a Dios debe ser en todo tiempo.

4.2 Capacitada: Cantores y músicos capacitados formaban parte de la fuerza del liderazgo de adoración de David. El jefe de los levitas y director de adoración, Quenanías, fue puesto "porque era entendido en ello" (1 Crónicas 15:22). Después se nos dice que de la fuerza total de cuatro mil adoradores levitas, doscientos ochenta y ocho eran especialmente capacitados o "músicos instruidos" (1 Crónicas 25:6-8). Como adoradores, seamos músicos, cantantes o danzarines, debemos prepararnos, capacitarnos para desempeñar un ministerio efectivo.

4.3 Creativa: La alabanza que rodeó el tabernáculo de David incluyó música de instrumentos que David hizo exclusivamente para la adoración (1 Crónicas 23:5). Hubo creatividad en la elaboración de diversos instrumentos musicales. Dios merece de nosotros la mejor creatividad, en la música, en las canciones, en los instrumentos musicales, en los vestuarios, etc.

4.4 Gozosa: Pocas dudas pueden haber de que el gozo y el entusiasmo que había alrededor del tabernáculo de David. La Escritura nos dice que "de esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová con júbilo y sonido de bocinas, trompetas y címbalos, y al son de salterios y arpas" (1 Crónicas 15:28). Quiera Dios guiarnos hacia el regocijo completo en la adoración en nuestra iglesia.

4.5 Extravagante: David y todo Israel celebró delante de Dios (en el arca) "con toda su fuerza" (1 Crónicas 13:8). Luego, se nos dice que David "danzó delante del Señor con toda su fuerza" cuando el arca fue traída finalmente a Jerusalén (2 Samuel 6:14-15).

4.6 Dios escogió el tabernáculo de David. Durante el reinado de David, Dios habló proféticamente diciendo que Él había desechado el ceremonial del tabernáculo de Moisés y había elegido la adoración del tabernáculo de David. (Salmo 78:68, 132:13, 50: 13-14).

El Tabernáculo de David, es decir la tienda física, permaneció aproximadamente unos 40 años, el tiempo de duración de David como rey. La Biblia no da mayores detalles sobre las causas o el destino final de esa tienda, solo que cuando Salomón construyó el templo el arca fue trasladada a ese lugar. (1 Rey. 8: 1,4,6).


5. Restauración del tabernáculo Caído de David



Es a la restauración de este tabernáculo al que se refiere la Escritura por boca del profeta de Amós 9:11: “En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado.” El tabernáculo de David es la única estructura o diseño divino del antiguo testamento que trasciende al nuevo pacto a través del cumplimiento de la profecía de Amós.

Ahora bien, es importante entender lo qué significa el tabernáculo caído de David. Esto tiene que ver con todo aquello que “David hizo para Dios en Sión” y que estuvo caído o abandonado por mucho tiempo, lo cual está siendo restaurado por la Iglesia. Tiene que ver con todo aquello que está escrito en los Salmos y que debe está siendo traído de regreso a la vida de la iglesia en nuestros días.

Esta restauración incluye una vida de comunión íntima con Dios, además de un estilo de vida de alabanza, adoración y oración en Su Presencia. No podemos pasar por alto que fue de David que Dios dijo que era un hombre conforme a su corazón y lo que lo hizo de esa manera fue la búsqueda continua de su presencia y gloria. Dios quiere regresar esa manifestación permanente de la nube de su gloria a la iglesia, pero tiene que ser a través de la restauración del tabernáculo in¬dividual en el corazón de cada creyente; ese es el verdadero tabernáculo desde donde debemos sacrificar adoración verdadera, aquella que Cristo reveló, una adoración en espíritu y verdad que subiera ante el trono con olor fra¬gante, con aroma de santidad, obediencia y pureza. Es tiempo de restaurar el altar, el tabernáculo, en cada uno de nosotros para manifestar su gloria en nuestro medio.